Alta Fidelidad (High Fidelity, 2020); por MIRE
Alta Fidelidad (High Fidelity, 2020)
La serie es una cita
renovada de la película
de culto de Stephen Frears del mismo nombre. Al igual que su homónima, es una
comedia romántica que aborda, desde la lectura despechada de su protagonista,
la pregunta por el abandono de su pareja, reeditando en prospectiva la lista
top de “sus 5 rupturas más dolorosas”. Pero lo interesante de esta cita textual
es que “el Rob” representado en el film por John Cusack, en esta versión es
interpretada por la actriz Zoë Kravitz, añadiendo
un giro performativo, muy acorde a nuestros tiempos: el personaje ahora es una
mujer.
La historia es
básicamente la misma: Rob es una melómana consecutiva que se refugia y se
sostiene en su “acerbo musical” para sobrevivir al duelo de la separación. Su
tiendita de discos cobija, a la vez, a su familia por elección (sus
compañeros/as y amigos/as), nutriendo también de escenografía a sus particulares
y variados compradores/visitantes. El guiño hacia la pregunta por el lugar de
“las mujeres” en la serie es una constante, aunque las respuestas se mantengan
en el ya conocido registro “de lo (in)visible o (sub)alterno”. En este sentido,
esta “alta fidelidad” le hace un mejor honor a su nombre, ya que -a diferencia
de la versión masculino-dominante de Frears- en esta serie se despliegan mucho
más las complejidades que circundan las relaciones; la amistad, la aventura, la
complicidad, el compañerismo, la pérdida de la juventud, el miedo al éxito, la
familia y el acontecer en la cotidianidad, también son protagonistas.
El recurso
constante de Rob para dirigirse mirando y hablando a los espectadores está
también presente en la serie. Ella interpela, comparte sus gustos, pensamientos
y preguntas. Y, si pudiste ver la película (2000), la mayor de las veces, te
ves tentada a responder para darle algunas pistas: no te pierdas, hay más
camino para recorrer. Pero, en esto la narrativa de la serie sorprende, porque
lejos del viejo y lánguido personaje de Cusak, la Rob de Kravitz, tiene algo
más que ofrecer. Porque la profundidad del personaje integra la experiencia de
“ser o construirse como mujer en vivo y en directo” a través de las relaciones
que construye y que la hacen actuar, ocupándose. Bienvenidas son sus salidas
contracultura; acertando y errando con un equilibrio que parece mucho más real
que la actuación de la versión masculina. Y por eso, uno termina por
“encariñarse” de su perspectiva, la que resulta mucho más amable, aunque no por
ello resulte menos dañina.
La música es,
probablemente, uno de los papeles mejores actuados ya que, a diferencia de
banda sonora de la película, esta serie recupera y se viste de una amplia gama
de estilos y contextos musicales. Así, las listas de las 5 mejores canciones
“para cualquier motivo…” que podrás encontrar en sus capítulos son la excusa
perfecta para pasearte por una selección de buenos sonidos. Mis preferidas son,
sin duda alguna: 1) Burning
Down the House de Talking Heads; 2) Heart Of Glass de
Blondie; 3) Mr. Diva
de Kaleta & Super Yamba Band; 4) Modern Love del gran
David Bowie y 5) Dry de
Rein de The Beta Band.
No me queda más que
recomendar los 10 notables capítulos de esta serie, aunque claro, ya sepamos de
antemano, que cada uno de ellos nos acercará al final de “ya no hay, ni habrá
más”. Y para entusiasmar un poco más a la audiencia de Psico-convergencias, me
permito terminar con 3 razones de por qué esta serie puede ser “nutritiva” para
la Comunidad de Psicología de la PUCV: 1) Porque en algún momento y en algunas
clases, podremos citarla para hablar del amor romántico, las relaciones, el
duelo amoroso y la ausencia de las mujeres en la producción neoliberal, entre
otros muchos otros ejemplos; 2) Porque los temas que aborda y la forma en que
está producida, se relacionan con el espíritu y la visión de nuestra Escuela
cuando buscamos generar: “una comunidad (…) que, desde una reflexión ética y
política, contribuya al desarrollo de las personas y comunidades de manera
crítica y propositiva, abarcando la relevancia de los procesos históricos y
sociales” y, finalmente, 3) Porque en el futuro cercano nos podremos encontrar
cara a cara y ya tendremos algo nuevo de qué hablar y también nos acompañará
-espero- una nueva y excelente banda musical… No se la pierdan… Alta Fidelidad
se puede ver y escuchar por acá
Por: MIRE
en Viña del Mar, 10 de mayo de 2021.
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